lunes, 9 de octubre de 2017

DON RAFAEL CUEVAS: "La enseñanza me ha permitido contribuir a la formación de miles de jóvenes"

Nacido en Córdoba en 1957, don Rafael Cuevas se licenció en Ciencias Biológicas por la Universidad de Córdoba. Ha trabajado durante treinta y tres años en la enseñanza, doce de ellos en nuestro Centro. Durante todo este tiempo ha realizado numerosos cursos de formación en su deseo de mejorar y responder a las necesidades de sus alumnos/as. El próximo 6 de noviembre dirá adiós a las aulas para disfrutar de una merecida jubilación.


¿Por qué optó por estudiar Biología?

Desde pequeño me gustaban todos los animales, quise ser ornitólogo y el camino era estudiar Biológicas. Lo tenía muy claro y eso era importante.


¿Cuándo decidió dedicarse a la enseñanza? ¿Por qué?

Al terminar la carrera, me orienté hacia empresas relacionadas con la ornitología y conseguí un trabajo en Madrid, haciendo en la radio programas de divulgación a nivel nacional sobre animales, pero era más de publicidad sobre productos alimenticios y medicinas. Grabé también en Barcelona algunos programas de radio con el famoso presentador de Televisión Pepe Navarro. Sin embargo, pronto vi que aquello no tenía mucho futuro, porque también ejercía un poco de administrativo, ayudaba a descargar camiones y, para colmo, me costaba llegar a fin de mes... Decidí entonces opositar como profesor y dejar la ornitología solo como una gran afición.




¿Se ha arrepentido alguna vez de haber tomado la decisión de ejercer la docencia?

No, nunca, aunque reconozco que la ilusión y el disfrute con el ejercicio de la profesión no son los mismos que cuando comencé. Ha habido muchos cambios en la profesión.


Usted habrá experimentado toda la clase de vivencias dentro del aula. ¿Podría contarnos alguna experiencia positiva que recuerde con agrado? ¿Y otra negativa que hubiera preferido no vivir?

Como negativa, cuando hace ya bastantes años saqué a un alumno a la pizarra a hacer un problema de genética y se desmayó, con tan mala suerte que se hizo una herida en la frente con el plinto y hubo que darle varios puntos. Pasamos un mal rato.
Como positiva, cuando me encuentro a antiguos alumnos/as por la calle, hoy médicos, veterinarios, ingenieros, me saludan y veo que les va bien en la vida y les ha servido lo que les enseñé y lo agradecen.




Tras tantos años dedicados a la enseñanza, ¿qué balance haría usted de su etapa como docente?

Un balance claramente positivo, pues me ha permitido contribuir a la formación de miles de jóvenes, conocer a muchas personas con las he compartido innumerables experiencias, mejorar la formación académica y, sobre todo, me ha ayudado a ver la vida desde una óptica más humana.


Si no hubiese sido profesor, ¿a qué profesión le hubiera gustado dedicarse?

Ornitólogo, creo que está claro (ríe) y, si no, veterinario especialista en aves.


A estas alturas de la entrevista, está claro que es usted un apasionado de la Ornitología. ¿Cuándo y cómo se despertó su interés por el estudio de las aves?

Desde que tenía ocho o diez años me quedaba embobado mirando todo tipo de pájaros, enjaulados o no. Siempre me pedía pájaros para los Reyes, cumpleaños…


Respecto a este tema, ha dado usted conferencias, ha escrito libros… ¿Podría hacernos un breve recorrido por dichas actividades?

   Llevo cuarenta años escribiendo artículos sobre Ornitología en numerosas revistas nacionales y extranjeras de Europa y Sudamérica. He escrito nueve libros sobre Canaricultura y otro sobre jilgueros. He dado charlas/conferencias en toda España -la última en Vigo el año pasado-, he enjuiciado en tres campeonatos del mundo de Ornitología, en campeonatos Internacionales y muchísimos nacionales y regionales.
Finalmente, hace varios años tuve el honor de representar a España en París en un Congreso sobre Canaricultura de color.



Dentro de la Ornitología, ¿cuál es su especialidad?

Canaricultura de color donde soy juez nacional desde hace veintitrés años e internacional desde hace doce.


En el campo de la Ornitología, ¿de qué logro suyo se siente usted más orgulloso?

Sobre todo por la labor de difusión de  mis conocimientos, especialmente de genética, a los criadores para mejorar las razas y la calidad de vida de los pájaros ornamentales.
Colaboré en el reconocimiento a nivel mundial de una mutación surgida en España y ahora estoy trabajando para que otra sea reconocida, lo que espero que no tarde mucho porque el trabajo básicamente ya está hecho.


Si tuviera que elegir entre la enseñanza y la Ornitología, ¿con cuál se quedaría? ¿Por qué?

Lo ideal hubiera sido dar clases sobre Ornitología en la Universidad, pero era prácticamente imposible en aquella época.


Para finalizar esta entrevista y puesto que se jubila usted, ¿podría dedicar a nuestro Centro unas palabras a modo de despedida?

Me despediré como profesor, pero no desconectaré del Centro porque os haré visitas periódicas.

Palabras de gratitud hacia todos mis compañeros/as y personal no docente, con los cuales me he sentido plenamente integrado durante todos estos años y hemos pasado buenos ratos, que son los que siempre recordamos. Que sigan trabajando con la misma ilusión, dedicación y esfuerzo que siempre los ha caracterizado en la difícil y muy importante tarea de formar a los/las jóvenes en todos los aspectos, pues representan el futuro de nuestro país.

Al alumnado le recordaría una frase de Louis Pasteur que suelo decir en clase: “El estudio causa disgusto y aburrimiento al principio, pero cuando uno se acostumbra ya no puede pasar sin él. Con conocimiento uno es feliz”. La receta: trabajo, ilusión y confiar en un futuro siempre mejor porque al final el éxito coronará el esfuerzo realizado.



Rosa Galeano Cuenca

1 comentario:

  1. Mucha suerte Rafa en tu nueva etapa, te lo mereces. El IES Antonio Maria Calero estoy seguro te agradecerá eternamente todos estos años de trabajo y esfuerzo. Ahora se abre una nueva etapa para ti y espero sinceramente sea muy fructífera y se presente llena de nuevas emociones y proyectos. Felicidades!!

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