Los micromachismos son actitudes machistas que se dan en la vida cotidiana. Son tan minúsculos que muchas veces no se notan tanto como una actitud machista evidente, sino que pasan desapercibidos por la sociedad.
Hoy en día, las sociedades desarrolladas defienden mucho la igualdad entre hombres y mujeres, pero, a la hora de la verdad, realmente siguen existiendo, entre unos y otras, diferencias discriminatorias hacia estas últimas.
En muchos casos, los micromachismos son precedentes de una serie de conductas de carácter delictivo, tanto de abusos sexuales como de asesinatos. Así podemos verlo hoy en día en los titulares de prensa: "otra víctima más muere a causa de la violencia de género." Estos hechos se dan de forma imparable como demuestran los numerosos casos de violencia de género que ocurren en España, así como el hecho de que las denuncias por malos tratos aumentaran un 14% en 2014.
Hay muchos casos de micromachismo que no se ven a simple vista. Por ejemplo, al rellenar el formulario para pedir la beca MEC, cuando hay que completar los campos de las ocupaciones del padre y la madre, en el desplegable, todas las situaciones laborales aparecían en género masculino, menos una: "ama de casa".
Tales hechos constituyen una actuación denigrante para la mujer, ya que no solo nosotras podemos tener esa ocupación en nuestra casa, sino también los hombres. En la actualidad, cada vez hay más viviendas en las que se da el reparto de tareas domésticas, pero antiguamente todo lo tenía que hacer la mujer ya que el que "podía trabajar" era el marido. Para esa situación hay un término que solemos usar muy a menudo y es: "llevar los pantalones en la relación".
También hay más ejemplos de estos comportamientos machistas en los servicios públicos de muchos lugares. Aparecen símbolos que indican que hay cambiadores de bebés solo en los baños de las mujeres, como si los hombres no pudieran realizar tales tareas.
En casos más extremos, el hombre pide a la mujer que le haga "esto" y "esto otro", como si fuera su criada.
Hay muchos casos de micromachismo que no se ven a simple vista. Por ejemplo, al rellenar el formulario para pedir la beca MEC, cuando hay que completar los campos de las ocupaciones del padre y la madre, en el desplegable, todas las situaciones laborales aparecían en género masculino, menos una: "ama de casa".
Tales hechos constituyen una actuación denigrante para la mujer, ya que no solo nosotras podemos tener esa ocupación en nuestra casa, sino también los hombres. En la actualidad, cada vez hay más viviendas en las que se da el reparto de tareas domésticas, pero antiguamente todo lo tenía que hacer la mujer ya que el que "podía trabajar" era el marido. Para esa situación hay un término que solemos usar muy a menudo y es: "llevar los pantalones en la relación".
También hay más ejemplos de estos comportamientos machistas en los servicios públicos de muchos lugares. Aparecen símbolos que indican que hay cambiadores de bebés solo en los baños de las mujeres, como si los hombres no pudieran realizar tales tareas.
En casos más extremos, el hombre pide a la mujer que le haga "esto" y "esto otro", como si fuera su criada.
En definitiva, a pesar de que vivimos en una sociedad desarrollada y de que pensamos que la igualdad entre hombres y mujeres es un hecho conseguido, desgraciadamente siguen existiendo estas actitudes y lo peor de todo es que nosotros ni siquiera somos conscientes en muchas ocasiones.
Natalia Encinas Cabrera.
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