El miércoles pasado se realizó en nuestro centro un simulacro de evacuación. Tuvo lugar durante la segunda hora de la mañana, a las 10:00 aproximadamente. Todos los alumnos/as y profesores/as salieron del centro correctamente, a pesar de que algunos estaban haciendo exámenes.
Según la responsable del Plan de
Autoprotección del centro, doña Adela Villén, “con el ejercicio de simulacro se
pretende que la comunidad educativa tenga conocimiento de la actuación que se
debe seguir en una situación de emergencia dentro de las condiciones físicas y
ambientales que envuelven a cada centro educativo. Además, al realizarlo, no
solo se prueba la idoneidad y la
suficiencia de los recursos humanos y materiales, sino que también se detectan
los errores y omisiones que se hayan podido cometer y sirve de entrenamiento a
la comunidad educativa en caso de emergencia. Por ello, el simulacro de
emergencia es una herramienta útil para adquirir buenos hábitos en situaciones
imprevistas de riesgo. De ahí que no deba dejarse a la improvisación, sino que
es necesario actuar con control y rapidez para poder evitar situaciones
peligrosas no controladas”.
El simulacro de ayer fue fruto de
largas horas de planificación y preparación conjunta entre doña Adela Villén y
el equipo directivo de nuestro centro (comprobación de datos del entorno y del
centro como la accesibilidad, recorridos de evacuación, servicio de extinción
de incendios, señalización, entre otros; elaboración y reparto de funciones al
equipo directivo, responsables, usuarios…;
solicitud de autorización para la realización del ejercicio; etc.). Como
nos cuenta su responsable, “la planificación de un simulacro debe ser
exhaustiva, evitando dejar nada a la improvisación. Para ello, debemos conocer
las características y datos descritos en el Plan de Autoprotección y, con esta
información, se determinan los puntos críticos, salidas que se han de utilizar,
zonas de concentración de alumnado… Es importante que el profesorado, alumnado
y el personal no docente conozcan y sepan con anterioridad las instrucciones
oportunas a efectos del desarrollo de un posible simulacro. Para esto, se
entregan las instrucciones correspondientes los miembros de la comunidad
educativa y, además, se exponen en lugares visibles, se procura que sean fáciles
de interpretar y que se puedan ejecutar de manera rápida e intuitiva,
utilizando consignas o expresiones”.
Durante su realización, en
principio, todo se desarrolló como debía: se ubicaron correctamente los controladores en los lugares prefijados, se dio la señal de alarma, se realizó la evacuación del centro, los
coordinadores de planta controlaron los tiempos de evacuación de la planta
asignada hasta el recuento en los puntos de reunión, se reordenó el regreso al centro.
Respecto a la evaluación del
ejercicio, doña Adela Villén nos cuenta que “los equipos intervinientes han
aportado las incidencias acaecidas y con ellas se elaborará un informe que
servirá de base para la posterior
subsanación de errores y deficiencias detectadas”.
Para ver el vídeo del simulacro, pinchad aquí.
Para ver el vídeo del simulacro, pinchad aquí.
Organigrama de la unidad de autoprotección
Antonio Rubio
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