Doña Marta del Rey López nació en Pozoblanco, como ella dice "hace muchísimo, muchísimo tiempo". Actualmente, es docente en nuestro centro en el que imparte las materias de Latín y Griego a 4º de ESO, 1º y 2º de Bachillerato.
¿Por qué eligió la rama de las letras? ¿Desde siempre le han gustado?
La elegí porque las letras me han gustado desde siempre. Uno de los momentos fundamentales de mi vida fue en tercero de BUP cuando me liberé de las Matemáticas, la Física, y todo eso que no me gustaba nada. Me tenía que esforzar muchísimo para sacarlas; entonces, cuando llegué a este curso y tenía nada más que Latín, Literatura y Griego, fui totalmente feliz.
¿Tenía alguna asignatura favorita en Bachiller?
La Literatura creo que era mi asignatura favorita, me apasionaba. Aunque también desde siempre, sentí un gran gusto por la Historia.
¿Cuál era su expectativa de adolescente acerca de su futuro?
Desde que tenía tres años, he querido dedicarme a la enseñanza. Me acuerdo de que, cuando era pequeña( mi madre me lo confirma), quería ser como mi maestra de Sociales (profesora y soltera), doña Dolores Lepe de
Manuel Cano. Ella siempre fue mi modelo a seguir. Con el paso del tiempo, he cumplido el objetivo que me propuse de pequeña.
Además, cuando tenía esta edad, sentaba a mis hermanos y a mis amigos en la escalerita de mi casa y les daba clase. O sea, toda mi vida he estado ejerciendo como profesora.
Tenemos entendido que nunca ha dejado de formarse. ¿Cuál ha sido su trayectoria como estudiante?
Estudié Filología Clásica en la universidad de Granada, y luego aprobé la oposición, aunque me costó bastante, ya que tuve que presentarme durante ocho años. Aprobaba con muy buena nota, pero sin embargo, de Latín y Griego no había plazas. Cuando aprobé, me dieron destino en Azuaga. Allí, como tenía mucho tiempo libre, me dediqué a estudiar Filología Hispánica por la UNED. Cuando acabé esta carrera, decidí que quería formarme en Historia, también por la UNED; lo cierto es que siempre quise estudiar Historia, pero tuve una profesora en COU que no me agradaba. Por otra parte, me vi un tanto condicionada por mi profesor de Latín, Don Antonio Linares, así que estudié Clásicas.
Ahora estoy estudiando inglés en tercero de la Escuela de Idiomas. Me encanta, pero no se me da muy bien, así que ahí lo estamos intentando...
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Qué experiencias ha ido acumulando desde que comenzó a trabajar como docente?
Ah, pues muchas, ya que hace bastante tiempo que empecé a trabajar. Siempre me ha gustado dar clase a bachillerato más que a los pequeños de la ESO porque creo que conecto mejor con gente más mayor. Lo que más me ha dejado huella en mi vida ha sido el vínculo con mis alumnos. Con unos es formal, académico... y con otros, afectiva. Eso es lo que más me gratifica de mi carrera profesional.
¿Qué intenta enseñar a sus alumnos?
Es muy complicado dar clase de Latín y Griego, porque a la mayoría de los alumnos no les interesa la asignatura, les parece ardua, difícil... Está un poco venida a menos, ya que no puede hacer competencia con otras como el Inglés, que es necesario.
Más que Latín y Griego, lo que me gustaría enseñarles es el gusto por la cultura. Considero que deberían tener interés por la información, a la que hoy en día pueden acceder, como por ejemplo en Internet. Me encantaría fomentar la capacidad de esfuerzo y trabajo que creo que es necesaria para tu vida, tu trayectoria, tanto académica, profesional... Pienso que el esfuerzo está muy infravalorado.
¿Qué piensa que pueden aportar las Humanidades a los estudiantes de hoy en día?
Para mí la lectura es algo fundamental, ya que me ha ayudado a lo largo de mi vida. Enfrascarme en ella es de las cosas que me aporta más alegría. No sé si mis alumnos pueden sentir eso también, pero las Humanidades, que supone acercarse al arte, a las diferentes lenguas, a la literatura, al conocimiento de la historia...me parece algo fundamental. Si no conoces el pasado, no puedes seguir avanzando hacia el futuro; conocer el pasado es una manera de valorar el presente y de prepararse para emprender el futuro.
¿En qué otros centros ha trabajado? ¿Ha tenido algún grupo que haya destacado para usted por encima de los demás?
Empecé a trabajar en un centro de un pueblecito muy pequeño de Albacete, luego en Albacete capital, en Almendralejo, de donde conservo unos recuerdos estupendos, porque en ese centro, en el
Carolina Coronado, encontré a unos amigos que todavía mantengo y para mí son muy importantes. Después me dieron el destino definitivo en Azuaga, donde pasé catorce años, hasta que volví a mi comunidad en la que nunca pude entrar, ni siquiera como interina. Además, he trabajado cuatro años en Villanueva de Córdoba; del centro de
La Jara también tengo unos recuerdos muy bonitos, entre los que destacaría mis dos cruceros... ¡Estupendos! Finalmente, volví a mi pueblo, para trabajar en el "Calero", donde estoy desde el curso pasado.
En cuanto a algún grupo destacado, no he tenido ninguno. Me acuerdo de todos los alumnos, y de algunos de ellos tengo especial recuerdo, y mantengo aún el contacto, vía whatsApp, e-mail...
¿Ha realizado viajes con alguno de los grupos a los que ha impartido clase?
Sí, he realizado muy buenos viajes. Recuerdo el primero a Mallorca, que fue horroroso, de discoteca en discoteca. A partir de ahí, me he dedicado más a los viajes culturales, salvo la excursión a Tenerife que realizamos el año pasado en este centro. Con un 4º de ESO hice un viaje a Roma durante cinco días, del que guardo un gratísimo recuerdo, porque estuvimos durante ese tiempo pateándonos la ciudad... ¡Fue muy espectacular!
Con otro grupo, realicé una excursión al teatro de Mérida para asistir a la representación de teatro grecolatino. Además, los dos cruceros con el centro de Villanueva de Córdoba, de los que destacaría el último. Por otra parte, también fui a Tarifa para ver las ruinas de Baelo Claudia, y a Algeciras.
En el ámbito personal, ¿considera que viajar es una experiencia enriquecedora para nuestra cultura?
Para mí hay dos cosas fundamentales en la vida: primera, viajar, y segunda, leer, o viceversa. Veo que viajar es lo que más te enriquece, porque conoces otras culturas. Entonces, sales del pueblo, y ello te abre la mente. El contactar con otra gente, ver cómo viven, cómo se desenvuelven, o se comunican es fundamental.
Por otra parte, he viajado poco, pero he tenido la oportunidad de conocer sitios a los que nunca pensé que podría haber ido, como la ciudad de Petra en Jordania, New York (que para mí fue un impacto), Egipto, Grecia, Italia... He conocido muchas cosas que me han impresionado y pienso seguir conociéndolas. Voy a seguir viajando, bueno, si sigo viviendo.
María Medrán y Alina Sandu (2ºBB)