"Celda 211" es una película española, dirigida por Daniel Monzón en 2009, ganadora de ocho Premios Goya incluyendo mejor película, mejor actor y mejor director. Es una adaptación escrita por Daniel Monzón y Jorge Guerricaechevarría de la novela homónima del periodista Francisco Pérez Gandul.
Juan Oliver llegó a la prisión de Zamora y lo recibieron otra serie de funcionarios que trabajan allí. Mientras estaban paseando por las instalaciones y explicándole a Juan todo sobre el ambiente y los prisioneros, una gran piedra cayó encima de Juan y lo dejó inconsciente. En este mismo instante, los prisioneros aprovechan este acontecimiento para llevar a cabo un motín. Juan seguía inconsciente y sus compañeros, nerviosos sin saber cómo actuar ante esa situación, deciden abandonar a Juan en la celda nº 211 y huyen.
Una vez Juan despierta y se encuentra consciente, se da cuenta de todo lo acontecido y una serie de prisioneros llevan a Juan ante Malamadre (cabecilla de los presos). Ante la situación en la que se encuentra Juan, decide hacerse pasar por preso e integrarse en el grupo. Malamadre se encuentra con incertidumbre ante el ingreso del nuevo preso, pero Juan consigue ganarse su confianza y recibe así el apodo de "Calzones".
Hay un momento en el que la policía, mediante una de las cámaras de seguridad, ve cómo unos presos de ETA, capturados por Malamadre, comienzan la negociación. Los presos mediante este motín lo que quieren es hacer llegar al Gobierno su enfado y que de esta manera presten atención a sus peticiones.
Juan se entera de que la celda 211, donde él se sitúa, anteriormente pertenecía a un preso que se suicidó cortándose las venas.
Para poder acabar con el motín y poder sacar a Juan de allí, la policía envía a un negociador a hablar con Malamadre. Juan había escrito dichas condiciones y también le exigen al negociador que Juan pueda hablar con su mujer la cual se encuentra embarazada.
Cuando todo parece tomar claridad, un preso decide acabar con la vida de otro y esto provoca que la policía lo confunda con uno de los presos de ETA. Juan tomó el mando y logró tranquilizarlo todo. Gracias a la decisión tomada por Juan, consigue la admiración de los demás presos, incluido Malamadre.
Mientras continúa el motín, fuera de la prisión hay una manifestación por la falta de información acerca de lo que está sucediendo dentro de la prisión. Elena, tras no recibir noticias de Juan, decide acudir a la manifestación. Esta decisión provoca que los antidisturbios, al disolverla, la golpeen. Finalmente, Elena acaba en el hospital y los golpes recibidos provocan la pérdida del bebé que estaba esperando.
Malamadre consigue enterarse de que Elena había sido golpeada por uno de los funcionarios de prisión. Debido a esto, Juan pide que sea llevado ante él para descubrir qué ha ocurrido. Malamadre lleva a cabo un plan para que este funcionario acuda a hablar con ellos. En plena confrontación, los funcionarios terminan informando a Juan de que su mujer ha muerto.
Cuando el funcionario estaba siendo linchado por los prisioneros, revela que Juan les estaba engañando a todos y era un funcionario igual que él. Debido a esto, Juan le corta el cuello al funcionario en un arrebato de furia.
Tras recibir esta noticia, Juan intenta suicidarse, pero fracasa. Tras esto, Juan acude a la negociación entre Malamadre y el enviado por el Gobierno. Juan, tras hablar con el negociador y amenazarlo, consigue de nuevo ganarse a los demás presos.
Los funcionarios se ponen en contacto con Malamadre y le cuentan toda la verdad sobre Juan. Malamadre ignora esta información y decide seguir dejándolo con vida durante el motín, pero, una vez acabado el motín, acabaría con su vida.
Tras todo lo ocurrido, los GEO interrumpen lanzando granadas de humo dentro de la prisión. Como resultado de esto, el grupo de colombianos prisioneros traicionan a los demás, disparan a Juan y seguidamente a Malamadre cuando este intentaba ayudar a Juan. El motín es oprimido finalmente.
Durante la actuación de los GEO de detener el motín, se encuentran con el cadáver de Juan y Malamadre es trasladado en camilla, debido a su gravedad tras el disparo.
Finalmente, en la última escena de la película podemos observar cómo enfocan la pared de la celda 211, donde aparece la frase de: "Aquí murió Calzones".
En cuanto a mi opinión sobre la película, considero que es una muy buena película y la recomiendo. Es apta para un público más adulto ya que hay escenas de violencia. En general es muy entretenida y te engancha a medida que van transcurriendo los acontecimientos. El ser española creo que también es un punto a favor ya que las películas españolas me suelen llamar más la atención y considero que sus personajes son muy buenos y desempeñan su papel muy bien.
Loreto Peinado Medrán (2º BB)
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