Esta serie de humor negro está protagonizada por Alex Lawther, quien interpreta a James, y Jessica Barden, que da vida a Alyssa.
La trama se centra en James, chico que se define a sí mismo como psicópata. Un día James conoce a Alyssa, una chica que se autodefine como una persona que "odia a todo el mundo". Los dos van al mismo instituto y tienen una vida aparentemente infeliz. Alyssa conoce a James tras discutir con sus amigas y decide hablarle ya que se había fijado en él antes. Ambos se marchan del instituto juntos y empiezan una relación de aparente noviazgo. La personalidad de James atrae a Alyssa mientras James solo piensa en cómo matarla, ya que había probado qué se siente asesinando tras haber dado muerte a varios animales y ahora busca experimentar un placer mayor. Se embarcan en un viaje por carretera a través de Inglaterra, propuesto por ella, y comienzan a sentir un verdadero amor después de una serie de percances.
A medida que avanzan los capítulos, nos muestra el desarrollo de los personajes de manera brillante, las dudas o problemas que uno puede llegar a sentir durante la construcción de su identidad, en contraposición con la vida de los personajes adultos: infelices, deficientes, mediocres... No fomenta la psicopatía ni la sociopatía, simplemente la expone de manera humorística. Es una sátira, juega de manera cruda (o cruel) con problemas reales que existen, mostrando cómo en medio de todo ese desastre las emociones nos traicionan y nos embarcan en un tragicómico amor adolescente que no puede tener un buen final.
Personalmente, me ha encantado. Sus personajes son originales y reales, tiene un argumento que te atrapa con cada final de capítulo y que te deja con ganas de más y además está cargada de humor negro y retorcido.
Si eres fan de las clásicas
series americanas de adolescentes, no te va a gustar, no es una de esas. Acabas
enamorado hasta las trancas de los personajes, incluso de sus malos modos, sus
contestaciones o su modo de entender la vida. Al principio, esperas encontrarte
una serie diferente a la que acabas viendo; sin embargo, poco a poco, su original
argumento se encarga de desmontar todos los estereotipos que hemos creado. "The
End of F***ing World" sorprende porque mezcla lo tierno y lo deprimente, lo
romántico y lo irónico, lo bello y lo triste...
Esta serie retrata a la
perfección lo que para muchos serán meros problemas del primer mundo propios de
adolescentes que quieren llamar la atención, pero que en realidad esconden un
vacío existencialista en una época donde todo está inventado, y donde, como
dicen algunos, "cualquier tiempo pasado fue mejor".
Sin duda, es una gran obra maestra, con
grandiosas interpretaciones, fotografía brutal y una genial banda sonora. Esta
es una de esas series que debes ver del tirón, ya que no podrás parar. La recomiendo pues me he sentido muy identificada con los personajes en algún
momento y he experimentado grandes emociones y sensaciones.
Lola García Cantador (2º BA)
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