jueves, 25 de abril de 2019

"CALERITOS" POR EL MUNDO: VALERIA VÁZQUEZ GUEVARA

Valeria Vázquez Guevara nació en San Salvador (El Salvador) en 1989. Cursó Primaria en el Colegio “Augusto Walte” (en San Salvador), y la ESO y el Bachillerato en el IES “Antonio María Calero” en Pozoblanco. Valeria ha realizado estudios posteriores en España, Estados Unidos y Australia, especializándose en construcción de paz, derecho internacional y cooperación al desarrollo, y justicia transicional.


1. ¿Cómo recuerdas tus años en el IES "Antonio María Calero"? ¿Cuántos años estuviste?

Los años en el IES fueron de mucha riqueza personal y académica. El IES era, y creo que sigue siendo, una comunidad educativa vibrante, con un cuerpo de profesores comprometidos a brindar una educación pública de calidad, que va más allá de la impartición de asignaturas tradicionales. Prueba de ello, por mencionar algunos ejemplos, es este blog de la clase de Iniciación al Periodismo con doña Rosa (¡asignatura que he cursado!), en 2005 el proyecto con vacación integradora “Ciudadanos Por el Mundo” del profesor Antonio Tamajón, los tradicionales peroles, las excursiones (por ejemplo, en 3º de ESO con la clase de música de la profesora Isidora fuimos a Madrid al programa ‘Música 1’ de TVE), o las excelentes clases de Lengua de Francisco Onieva, Historia con José Luis o Filosofía con Manuel del Pino. Agradezco a todos los que fueron mis profesores, por su dedicación, paciencia y trabajo. Merecen mención especial Araceli (Matemáticas), Álvaro (Física y Química), Antonio Tamajón (Física y Química) y Blas (Matemáticas) por su paciencia ya que ¡he sido realmente terrible con los números!

También les estoy agradecida a mis antiguos compañeros de clase. El compañerismo marca profundamente la experiencia educativa. He conocido de cerca a personas que han sufrido acoso escolar, xenofobia y racismo en diversas instituciones. Así que agradezco a mis antiguos compañeros por haber contribuido a que el IES “Calero” fuese un espacio amable para mí.


2. ¿Qué te motivó a cursar tu carrera?¿Dónde la realizaste?

Estudié Derecho en la Universidad de Granada. En esencia, escogí Derecho porque quería entender cómo funcionaba un país. Estaba muy interesada en temas políticos y de justicia social, por eso, aparte de Derecho, otras carreras que me llamaban mucho la atención eran Ciencias Políticas, Relaciones Laborales y Relaciones Internacionales.

Para escoger una carrera, decidí mirar el temario y la organización por cursos de cada una de las carreras que me interesaban. De forma intuitiva me pareció que las asignaturas de la Licenciatura en Derecho ofrecían una formación sólida que me permitiría aprender sobre las leyes que nos estructuran como país, incluyendo nuestros derechos fundamentales y la in/justicia social que muchos sufren.

Mi experiencia estudiando Derecho es que es una carrera que ofrece solidez académica, y que a nivel profesional me ha dado la posibilidad de ser versátil a la hora de especializarme en asuntos internacionales.

¡Si tuviese que escoger de nuevo, volvería a estudiar Derecho! No me arrepiento para nada.


3. ¿Fue muy complicado superarla?

Derecho es una carrera compleja, pero no imposible. En lo personal, creo que se necesita una buena dosis de perseverancia para acabar la carrera. Es una carrera que puede resultar un poco árida porque está basada en un lenguaje y una forma de pensar (¡y argumentar!) muy técnica y especializada, que hay que dominar bien y saber aplicar. Claro, esto toma tiempo, y por eso los primeros años de la carrera pueden ser abrumadores y cuesta arriba. La buena noticia es que, una vez superados los dos primeros años, ¡la carrera se hace mucho más llevadera e interesante!


4. ¿Has trabajado fuera de España? ¿Qué te motivó a salir de nuestro país?

Sí, por trabajo y sobre todo gracias a dos becas, he podido continuar formándome en el extranjero.

Al acabar Derecho en 2012, tenía claro que quería empezar a ganar experiencia en el campo de la cooperación al desarrollo. En ese momento no sabía cómo encajaría esto con mi título universitario. Era todo muy incierto. La idea de marcharme fuera me emocionaba y aterrorizaba al mismo tiempo, pero estaba convencida de que debía al menos intentarlo. Ya que irme fuera, sola y con 22 añitos era algo un poco intimidante, empecé por ir a un lugar familiar, pero lo suficientemente interesante: fui a El Salvador.

En El Salvador he trabajado en varios proyectos de cooperación internacional al desarrollo, sobre todo en el área de prevención de violencia, mediación de conflictos sociales y fortalecimiento del sector judicial salvadoreño. Puede sonar todo guay…pero en realidad empecé haciendo cosas pequeñas…como, por ejemplo, regando plantas o haciendo resúmenes de informes. Fue un proceso de crecimiento muy enriquecedor e ideal para ser mi primer empleo. El Salvador es un país con una historia interesantísima de lucha contra la injusticia socio-económica, que es un verdadero ejemplo para el mundo. Lo que más he aprendido de los salvadoreños es que la creatividad no tiene límites, a respetar, a no subestimar a nadie y a buscar respuestas en los matices.

En Estados Unidos, gracias a la beca que me otorgó el Kroc Institute for International Peace Studies de la Universidad de Notre Dame (EEUU), hice un Máster en Estudios de Paz. Esta ha sido una de las grandes oportunidades de mi vida. Me ayudó a abrir la mente y el corazón. Entablar amistad y compañerismo con personas de todo el mundo y de distintos campos profesionales fue transformador.

A raíz del máster en EEUU, también he vivido en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Ahí he trabajado como investigadora en una organización en proyectos sobre pluralidad social y convivencia pacífica en el contexto post-apartheid sudafricano. De mis amistades de Sudáfrica he aprendido sobre la importancia del espíritu crítico y comprometido con el bienestar social.   

Más recientemente, mi trabajo de investigación me ha llevado a realizar estancias cortas en Chile y Argentina. Países fascinantes, llenos de fuerza y creatividad.  

Y aunque España siempre será casa, actualmente mi hogar está en Melbourne (Australia).


 5. ¿Qué puedes contar sobre tu experiencia fuera de España?

¡Uf!¡Es tanto! Pero, para ser breve, hay una frase de la escritora india Arundhati Roy que expresa bien algo que he ido aprendiendo y espero nunca dejar de aprender:

“Has vivido mucho tiempo en Nueva York (…) Hay otros mundos. Otros tipos de sueños.”
[p.14 en The End Of Imagination. Traducción propia].

Como bien dice Arundhati Roy, viviendo en otros mundos y teniendo amistades sinceras con personas con sueños distintos a los míos o en los que me he criado, me he dado cuenta de que muchas veces desde el Norte Global (esos países que llaman ‘desarrollados’) miramos al Sur Global (esos países que llaman ‘subdesarrollados’) como espacios donde no pasa ‘nada’.

Un ejemplo de este pensamiento es la típica reflexión del cooperante al desarrollo, que es algo así como: “He aprendido que se puede ser feliz con muy poco. Me llevo las sonrisas de los niños.”

No digo que esta reflexión sea malintencionada, pero parte de una idea de que las personas de sociedades occidentales (‘desarrolladas’) son las salvadoras de la humanidad y que las personas del Sur Global solo saben sonreír y recibir ayuda de todo tipo. Y eso está muy lejos de la realidad. En lugar de dar por sentada la condición de un lugar, hay que hacerse una pregunta básica: ¿Por qué tenemos esa idea del Sur Global?¿De dónde vienen estas ideas o imágenes?

La contribución de personas de países que hoy conforman el Sur Global es muchísima. El Sur Global ha dado grandes ejemplos de paz, artistas, intelectuales, activistas políticos...

…Y no hay que olvidar que muchos de los recursos naturales que el Norte Global necesita para vivir cómodamente y ser ‘Primer Mundo’ están en el Sur Global, por ejemplo, el gas natural.

No quiero extenderme mucho, pero me parece incoherente que hagamos muros, seamos xenófobos y racistas con las personas que proceden de países del Sur Global, y al mismo tiempo queramos, por ejemplo, el gas natural que viene de Argelia, Kenia y Perú, que nos da calefacción en casa en invierno en España. Si queremos mandar a esas personas ‘a su país’, deberíamos hacer los mismo con el gas natural, ¿no?


6. ¿A qué te dedicas actualmente? ¿Dónde?

Me dedico a la investigación a tiempo completo en la Facultad de Derecho en la Universidad de Melbourne (Australia).

Ahora mismo estoy volcada en mi proyecto doctoral, que analiza el rol de las ‘comisiones de verdad’, los derechos humanos y la globalización en transiciones políticas.

Estoy muy agradecida a la Universidad de Melbourne por apoyar este proyecto y poner a disposición los mejores recursos para hacer mi investigación posible.


7. ¿Te encuentras a gusto en tu trabajo?
¡Me encanta mi trabajo! Es un privilegio enorme dedicarme no solo a lo que me gusta, sino a algo que está profundamente relacionado con mi compromiso con la justicia social.

¡Ni en mis mejores sueños imaginé que era posible aunar mi compromiso social con una labor profesional! Estoy muy agradecida por esta oportunidad.

8. ¿Qué les dirías a los actuales estudiantes de Bachillerato para motivarlos?

Quizá tres cosas.

1) Que todas y todos tenéis talento, inteligencia y una capacidad creativa maravillosa. Lo que hará que vuestro talento, inteligencia y creatividad brillen para bien será el esfuerzo diario y la forma en que viváis vuestra vida.

2) Que hay muchos caminos para llegar a Roma. Siempre. Descubrir esos caminos es parte de la vida. La vida sería muy aburrida si lo tuviésemos todo garantizado, si no pudiésemos explorar, porque sin adversidad no creceríamos como personas.  

3) Que cualquiera que sea la carrera que escojáis, no os olvidéis de vuestras comunidades. Poned vuestro granito de arena para hacer que las comunidades en que vivís sean lugares amables, en las que todas las personas se sientan parte sin importar de dónde vienen y a dónde van.

9. ¿Les recomiendas buscar un futuro fuera de España?

Bueno, toda experiencia fuera siempre es muy enriquecedora. Pero España es un gran país que también necesita personas comprometidas y capaces para seguir siendo lo que aún es. Irse fuera es una decisión personal y depende de las circunstancias personales de cada uno.
  

Natalia Fernández y María Valero (2º BA)

No hay comentarios:

Publicar un comentario