martes, 5 de mayo de 2020

LOS JÓVENES Y EL CULTO A LA IMAGEN

Ante una situación de confinamiento y pandemia mundial como la que estamos viviendo, la principal preocupación de una gran parte de la población es haber cogido unos cuantos kilos de más. Existe una fobia a engordar, a que tu cuerpo cambie, y eso en gran parte es alimentado por las redes sociales y los medios de comunicación. A menudo nos hacen creer que si, te sales de los patrones de belleza establecidos, tu valía es menor, y esa actitud puede llevar a que las personas acaben odiando su propio cuerpo. También se han puesto de moda las aplicaciones para hacer deporte en casa, pero no se está orientando de la mejor manera, pues en vez de enfocarse en que tu salud mejore, se están enfocando a "tu gran cambio", que no es otro que el de volverte delgado.

Estar delgado no es sinónimo de estar sano, ni estar gordo de lo contrario, cada cuerpo es diferente y cada uno es consciente de su propia salud. Una persona puede estar muy delgada pero no llevar una vida sana porque sea fumadora, no haga ejercicio y su alimentación no sea la adecuada, y una persona gorda puede hacer ejercicio cada día, no fumar y llevar una buena alimentación. Sin embargo, existe una tendencia muy marcada a "aconsejar" y poner en duda la salud de esta última. Esta tendencia, que está muy presente en las redes sociales, se denomina body shaming, precisamente porque se sigue asociando sobrepeso a malos hábitos, cuando eso no es cierto, y en la mayoría de los casos no es así. 

Hay personas delgadas que piensan que, por haber engordado un par de kilos, ya están gordas, y normalmente suelen hacer mucho drama de ello, ya sea porque piensen que eso es lo peor que les ha podido pasar, o porque les ha salido un michelín. Esto puede ocasionar que otras personas, cuyo peso sea superior, puedan sentirse inseguras y dolidas al escuchar tales comentarios. 

Esta cuarentena nos han estado bombardeando con miles de memes y mensajes sobre el peso que ganaremos estos días. La influencer Paula Gonu ha dicho públicamente en su cuenta de twitter: "Oye, si van a cerrar las playas, que lo digan ya y sigo comiendo tranquila", aún sabiendo que tiene mucho público joven detrás, mayoritariamente femenino, que puede interpretar este mensaje de forma literal, lo cual puede afectar a su salud, a su autoestima y puede llegar a dejar de comer simplemente por querer estar delgada.

Además, la gordofobia hay que entenderla con perspectiva de género, pues las mujeres sufren mucho más esta discriminación porque, además de estar gordas, son mujeres y los cánones de belleza establecidos para ellas son mucho mayores, marcando unas tallas que muy pocas pueden conseguir de manera natural, a no ser que tengan la genética para ello.

No podemos caer en el error de clasificar a las mujeres delgadas como "irreales", pues son igual de reales que las gordas, pero sí tenemos que tener en cuenta que no todo lo que vemos en las redes sociales es así, que existen muchos retoques fotográficos que tenemos que considerar y aunque pueda parecer algo inofensivo y que no tiene nada de malo, la mayoría de chicas jóvenes admiten haber hecho algún retoque en sus fotos para verse más delgadas. Esto puede afectar directamente a su autoestima y a su salud mental, creándose una imagen distorsionada e irreal de sí mismas. También existen multitud de influencers que, lejos de acabar con este tipo de conductas, las reproducen, creando en los jóvenes numerosos complejos.


Pero por suerte, estos últimos años ha surgido una tendencia muy ligada al feminismo, llamada body positive, que quiere acabar con estos estigmas, fomentando el amor propio. El body positive es diversidad, entran todo tipo de personas, hombres, mujeres, gordas, delgadas, altas, bajas... Mucha gente piensa que el body positive es una excusa para fomentar la obesidad, pero no pueden estar más alejada de la realidad. No podemos confundirnos, el body positive es que ames tu cuerpo independientemente de tu peso, tus estrías o tu celulitis. Si deseas cambiar tu cuerpo, debes hacerlo desde el amor y el respeto, nunca desde el odio. Que sea por ti y porque tú quieres, no porque nadie te lo imponga o porque te hagan sentir mal por él, porque si tú no te quieres, no vas a quererte ni delgada ni gorda.

En el cine y la televisión, son muchos los hombres con sobrepeso que salen en miles de películas, series o programas de televisión interpretando un papel principal sin que su físico importe lo más mínimo o tenga algo que ver en la trama. Sin embargo, hay pocas mujeres gordas en este sector, simplemente por eso, porque están gordas. Una mujer puede estar sobrada de talento, pero si está gorda, se la machaca y discrimina, obligándola en muchas ocasiones a perder peso para conservar u obtener un trabajo. Por eso, debemos estar agradecidos a series que retratan esta realidad que las mujeres gordas sufren cada día, como My mad fat diary, la maravillosa serie protagonizada por Sharon Rooney, que lo refleja desde el punto de vista de la adolescencia y los trastornos mentales, o la fantástica Shrill, que se centra más en la vida adulta, profesional y amorosa de Annie, interpretada por Aidy Bryant. Ambas visibilizan las problemáticas concretas que hay en torno a la discriminación y a los estereotipos, a diferencia de Insatiable, que hace justo lo contrario. También en el cine, Dumplin' es un buen ejemplo de estos valores, mientras que Sierra Burguess es una perdedora hace todo lo contrario, y demuestra una vez más todo lo que está mal en una película.


Claramente, si bien cada vez vemos más cuerpos no hegemónicos en pantalla, las tramas de las películas que protagonizan suelen tener que ver casi exclusivamente con aquella condición que los hace distintos de la norma (lo mismo sucede con personas LGTB, entre otros) ya que, aunque ayude a dar visibilidad, no necesariamente ayudan a normalizarlos, demostrando que aún queda mucho camino por recorrer.

En España, por suerte, contamos con la actriz Itziar Castro, conocida principalmente por su papel de Goya en la famosa serie Vis a vis, o Mariona Terés, quien interpretó a una actriz de teatro y modelo curvy en Cuéntame como pasó y hace de Amparo en Veneno, serie basada en las memorias de Cristina Ortiz, La Veneno.

Volviendo a Internet y las redes sociales, existen multitud de activistas body positive. En youtube podemos encontrar canales como los de Mimi XXL, Dianina XL o Selena Milán, que tratan de manera espontánea y natural esta serie de temas. Esty Quesada (Soy una pringada) y Victoria Martín (Living Postureo) lo hacen de manera cómica y grotesca, parodiando actitudes gordófobas. En Instagram encontramos a Penny JayG (@pennyjayg), Paula Fernández (@paulefdz) o la comunidad de We Lover Size (@weloversize), que además cuentan con un blog. También hay numerosos perfiles de modelos curvy, como Natalia Lozano, Thais Comas o Brenda Mato, entre otras.


En conclusión, debes amarte tal cual eres, y cambiar solo si tú quieres hacerlo, priorizando tu salud mental. Si quieres adelgazar o engordar, plantéate si lo haces para que los demás dejen de molestarte o porque realmente respetas y amas tu cuerpo como para cambiarlo, porque solo el amor propio es el que hará que te sientas a gusto con tu cuerpo, independientemente de los kilos o la talla que uses. Si por el contrario, alguna vez te has metido con el físico de alguien, deberías pensar el porqué, y darte cuenta de que el problema no lo tiene la otra persona, sino tú.


Lola García Cantador (2º BA)

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