In Time

In Time (También conocida como "El Precio del Mañana" en Hispanoamérica) es una película que muestra una realidad distópica, donde la moneda de cambio es el tiempo. Fue escrita y dirigida por Andrew Niccol, y se estrenó el 28 de octubre del 2011.

Esta película está protagonizada por Amanda Seyfried y Justin Timberlake, también junto a Cillian Murphy,  Olivia Wilde, Matt Bomer, Alex Pettyfer y Vincent Kartheiser.

- Sinopsis -

Se sitúa en el año 2161. La ciencia ha logrado que los humanos, al llegar a sus 25 años, dejen de envejecer. Sin embargo, en sus antebrazos izquierdos poseen un reloj digital el cual muestra una cuenta regresiva. Esto se debe a que la moneda de cambio ahora es tiempo, por lo cual los sueldos se pagan en horas, minutos o segundos. Si el contador del reloj llegase a 0, la persona en cuestión moriría de un paro cardíaco.

Will Salas, debido a una coincidencia del destino, pasa de ser un hombre de 28 años con apenas una semana de vida, que vive en un barrio pobre, a ser alguien que posee más de un siglo en su contador. Haciendo uso de su tiempo, habilidades de persuasión e ingenio, planea acabar con el sistema corrupto que los gobierna.

- Argumento -

Will Salas es el protagonista, un hombre de 28 años que vive con su madre de 50 en una de las zonas más pobres donde la gente apenas tiene una semana de vida en sus relojes.

Una noche, Will sale a un bar con su amigo, y allí conocen a un hombre con más de un siglo en su reloj, Hamilton. Por ello, es atacado por una banda la cual le intenta robar el tiempo, pero Will le ayuda a escapar y a esconderse en una fábrica, donde ambos conversan. Hamilton confiesa que vivir tanto tiempo le es pesado, y que el sistema dirigido por los ricos le parece nefasto.

Tras acabar de hablar, Will se  duerme y Hamilton, debido a la pena que le genera y a su cansancio por haber vivido más de 105 años, le da el siglo de vida que tenía en su reloj.

A la mañana siguiente, Will intenta devolverle el tiempo, pero Hamilton se había precipitado al río, y ya había muerto de un paro cardíaco. Como una cámara de vigilancia lo captó, se creyó que él lo había matado, así que comienza a ser perseguido por "los Guardianes del Tiempo".

Desde entonces, Will no hace más que intentar sobrevivir y, en una visita a su madre, se percata de que ella no alcanzó a llegar a pie a donde estaba su hijo, ya que tan solo poseía dos horas en su reloj y no le daba para coger el bus. Will, al ver cómo moría su madre debido a un estado tan corrupto y mal organizado, comienza a planear retorcidos actos para acabar con dicho sistema.

Decide regalarle una década a su amigo, por su amistad. Tras eso, decide pagar el peaje hacia la zona de los ricos, dejando muchos años atrás. Allí, conoce al dueño de una compañía de préstamos, Phillipe Weis, junto a su hija, Sylvia Weis, quien demuestra interés en Will tras ver cómo era tan atrevido jugando con su padre al póker. Tras una comida con ambos, Phillipe decide invitar a Will a una fiesta en su mansión.

En la mansión, lo captura Leon, el líder de los Guardianes del Tiempo, quitándole gran parte de su tiempo. Aun así, Will escapa, tomando a Sylvia de rehén.

Volviendo a los barrios bajos, se accidentan y quedan inconscientes. Como resultado, Will y Sylvia tienen muy poco tiempo de vida restante, por lo que van a buscar al amigo de Will, Borel. Sin embargo, al llegar a su casa, su mujer les cuenta que murió alcoholizado, y Sylvia tiene que vender sus pendientes de diamantes para poder conseguir tiempo. Por desgracia, tan solo le dan dos días. Trata de extorsionar a Phillipe, pidiéndole 1000 años como rescate por Sylvia, pero rechaza. Leon detecta esa llamada y los persigue.

Sylvia y Will pasan una noche hablando de sus vidas. A la mañana siguiente, Leon trata de matar a Will, pero recibe un disparo en el hombro y Will le da 10h para que sobreviviese antes de huir junto a Sylvia, que aceptó el riesgo de ir junto a Will cometiendo crímenes, robando tiempo de los bancos para repartirlo entre los necesitados.

Sin embargo, se dan cuenta de que esos esfuerzos son vacíos, ya que a los ricos les basta con subir el costo de vida para mantener su estatus social.  Por ello, deciden robar un millón de años de la empresa del padre de Sylvia. Con la cápsula en su poder, huyen. Aunque Leon los vuelve a alcanzar, no tiene éxito, ya que se le termina el tiempo de su reloj y muere. Además, Will ya le había dado la cápsula a una joven chica que repartió el tiempo entre los pobres.

Y con esto, el sistema se va destruyendo poco a poco, con Will y Sylvia robando tiempo de los bancos.

- Opinión Personal -

Esta película tiene una historia con conceptos bastante interesantes y ciertos detalles que te dejan pensando. La metáfora de convertir el tiempo en dinero es bastante curiosa y muestra cómo en la sociedad actual, sin dinero, puedes llegar a morir.

El único punto débil que tiene, bajo mi punto de vista, es que el final es algo confuso, y te deja con el pensamiento de si realmente es un buen final para toda esa sociedad a la que buscaban ayudar. Aun así, eso también podría considerarse un punto fuerte, ya que podría demostrar que a veces una ayuda a través de medios poco fiables puede incluso empeorar las cosas, y no todas las historias han de tener un final feliz.

En resumen, los conceptos y metáforas son sublimes, la historia se desarrolla correctamente con un sentido tras la mayoría de actos, y aun teniendo un final algo agridulce, vale la pena verla.

Rocío Torres Contreras (2º BA)