Actualmente, el coronavirus y la guerra ucraniana han ocupado todas las portadas de los periódicos. Sin embargo, otro asunto es de vital importancia para todos nosotros: el planeta.
Durante todo este tiempo, la contaminación ha ido aumentado, no solo por la producción de las industrias, sino también a causa de la pandemia, de todos los desinfectantes y mascarillas que se han malgastado y han terminado en los océanos.
Los mensajes científicos que están siendo dados son muy alarmantes, ya que nos dicen que, si no se cortan las emisiones de gases de efecto invernadero, es imposible contener el calentamiento global que está alterando el planeta.
El informe del IPCC publicado recientemente nos afirma que podremos reducir el incremento de temperatura a 1,5 ºC a finales de este siglo si se toman medidas inmediatas, que sean efectivas.
No obstante, realizar todo lo que esta anterior afirmación conlleva implicaría que, como muy tarde en 2030, las emisiones de CO2 se reduzcan a la mitad.
“Es ahora o nunca. Sin esas reducciones en todos los sectores implicados será imposible” declara Jim Skea, remarcando además que el cambio climático es “el resultado de más de un siglo de uso insostenible de la energía y el terreno, además de los modelos de consumo y producción”.
En definitiva, es urgente hallar una solución para el planeta, y tenemos que llevarla a cabo de manera inminente, debido a que en su supervivencia está la nuestra.
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Sarah García (2º BA)
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