Juan Romero Romero, nacido en 1919, fue el último superviviente de los campos de concentración Nazis. A sus 101 años de edad, murió en Ay, pueblo Francés.
Comparación de Juan Romero Romero retirado y cuando aún estaba de servicio. |
- Comienzos de su vida -
Juan Romero Romero nació en la localidad de Torrecampo, el 21 de abril de 1919. A la temprana edad de 17 años, se unió a la UGT, la Unión General de Trabajadores, donde combatió en varias batallas, como la batalla de Guadarrama, Brunete, Guadalajara, Teruel y Ebro.
- Batallas -
La batalla de Guadarrama, la cual se desarrolló en la cadena montañosa de Guadarrama el 19 de julio de 1936, tuvo lugar debido a un bando sublevado mandado desde la submeseta Norte y desde Navarra para atravesar los puestos montañosos de Guadarrama y llegar a Madrid. Finalmente, los rebeldes no pudieron pasar y la situación se estabilizó.
La batalla de Brunete es un conjunto de operaciones realizadas durante la Guerra Civil Española, realizadas por el Ejército Popular de la República, las cuales se realizaron para aliviar las sublevaciones del bando Franquista en Madrid.
La batalla de Guadalajara fue otro enfrentamiento que ocurrió durante la Guerra Civil Española, en el cual participaron el Ejército Popular Republicano, el cual estaba defendiendo la capital de España de ser alcanzada, y el Corpo Truppe Volontarie, agrupación italiana, junto con la Agrupación de carros de asalto y autos blindados, apoyado por otras unidades del Ejército sublevado, concretamente la División de Soria.
La batalla de Teruel, de nuevo, son unas operaciones realizadas durante la Guerra Civil Española, las cuales consistían en el Ejército Popular de la República defendiendo Teruel para evitar que el bando franquista pudiese conquistarlo.
La batalla del Ebro, la batalla donde más combatientes participaron y una de las más largas y sangrientas, fue otra realizada durante la Guerra Civil Española. En esta, a pesar de que el Ejército Republicano obtuvo grandes victorias, los vencedores fueron el bando de los sublevados.
- Campos de Concentración -
Juan Romero, al ser herido en una de las batallas, se retiró a Francia en 1939. Allí, las autoridades lo captaron y lo mandaron al campo de concentración de Vernet d'Ariège, situado en los pre-Pirineos franceses. Este medía 50 hectáreas y servía para contener prisioneros austríacos. Fue ampliado para poder contener cerca de 10.000 combatientes españoles de la División Durruti (un bando anarquista).
Se llegó a alistar a La Legión Extranjera. En este ejército, se encontraban los Legionnaires, soldados de infantería altamente entrenados y cualificados para la batalla. Esta rama del Servicio Militar Francés era y sigue siendo única debido a que está abierta a recibir reclutas militares dispuestos a servir a las Fuerzas Armadas Francesas.
Tras alistarse a la Legión, en 1940 lo apresaron los Nazis, y lo llevaron al campo de concentración de Mauthausen, donde había apresados 7.500 españoles, de los cuales fueron asesinados 5.200.
En 1945, cuando los estadounidenses liberaron los campos, había 85.000 prisioneros. Aun así, se desconoce con certeza cuántas muertes causaron, por lo cual se tantea que fueron entre 122.766 y 320.000.
- Resto de su vida -
Cuando fue liberado del campo de concentración, volvió a Ay, donde conoció a una mujer, con la cual se casó en 1947 y tuvo 4 hijos.
Estuvo 30 años trabajando en un viñedo y en una bodega donde se producía champagne. Según sus propias palabras, "No podía volver a España, luché contra Franco".
La primera vez que volvió a España fue con 60 años, cuando ya había conseguido la nacionalidad francesa, para ver a su familia en Barcelona.
Finalmente, el 3 de octubre del 2020, a sus 101 años, murió en Ay, Francia, siendo el último de los 9300 supervivientes españoles del campo de concentración de los nazis.
- Cierre -
Juan Romero Romero, un hombre que, aunque luchó a favor y en contra de su propio país de origen, es afortunado en cierta manera. Tal vez, a través de los años de su vida haya sufrido momentos angustiosos y difíciles, tales como los de salir herido en las varias batallas de la Guerra Civil en las cuales participó o su estancia en los campos de concentración nazis, pero aun así pudo superarlos.
Su muerte fue pacífica, por lo cual, aun si su mente tal vez estuviese algo atormentada por los escenarios vividos, su alma puede descansar en paz tras haber conocido el amor y formado una familia, el deseo que muchos querían haber cumplido y no pudieron.
Sus batallas y hazañas no quedarán en vano, siempre tendrá un pequeño hueco en la historia de nuestro país y un gran hueco en el recuerdo de sus familiares.
Rocío Torres Contreras (2º BA)
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