martes, 9 de marzo de 2021

Historia de la parroquia de Santa Catalina de Pozoblanco

La Iglesia Parroquial de Santa Catalina de Alejandría de Pozoblanco es una construcción que tiene sus orígenes en el S.XV, si bien no se finaliza hasta entrado el XIX debido a diversas reconstrucciones por derrumbamiento o ampliación de la misma.Cabe destacar el hecho de que la torre de la iglesia no es la primigenia, sino que esta es una construcción posterior, pues se ha derruido al menos en una ocasión debido al mal estado de los cimientos o de movimientos sísmicos sumándole, también podría ser, la baja calidad de construcción de la misma.



La iglesia de Santa Catalina es de planta de cruz latina, siendo su nave central de gran longitud y el transepto alargado, configurádole esta forma de planta.Cuenta con tres portones:el de los pies, que es el principal, conocido como Puerta del Santísimo, y dos más a los laterales: el primero que da la a la plaza y se utiliza en esta ocasión como puerta habitualmente central y llamado Puerta de la Virgen de Luna; y otra frente a esta con el nombre de Puerta de San Gregorio. Cabe destacar el hecho de que el portón que está enfrente del Sagrario se llame del Santísimo y los dos restantes reciban el nombre de los Sagrados
Patrones de Pozoblanco.



Debido a la Contienda Civil de 1936, se queman los archivos parroquiales, por lo que únicamente tenemos datos a partir de 1939. En ese mismo año la Parroquia había sido adaptada a un taller mecánico y dentro de ella había coches y camiones. Contaba también con diversos fosos para hacer más llevadero el trabajo. De iglesia como tal solo quedaban un cuadro de la Santa titular y una cajonera sin cajones que aún se conserva en la sacristía de la iglesia.



En el mes de abril de 1939, tras finalizar la guerra, la Iglesia recupera la parroquia, pero había que adecentarla tras su uso, anteriormente citado, por lo que empiezan las obras de reconstrucción que finalizarían en septiembre de ese mismo año, volviéndose a bendecir el día 8. Otro elemento que se volvió a incorporar y bendecir fue la pila bautismal, configurándose así oficialmente su carácter como iglesia-parroquial nuevamente.

El altar mayor se hizo nuevo tras esta reconstrucción, pues el anterior a la guerra fue derrumbado. Este nuevo altar fue costeado por familias de la feligresía. Se realizó en los talleres de María Auxiliadora en Sevilla, recibiendo la primera parte en el verano de 1943. Poco a poco, se fueron construyendo los actuales altares laterales y donando imágenes, en su mayoría de serie, todas sufragadas por familias pudientes de la localidad.

En el año 1945, la presidenta de la Archicofradía de las concepcionistas sufraga los gastos del altar de la Inmaculada Concepción, que se encuentra en uno de los brazos de la iglesia.La imagen de la cofradía había estado custodiada por el capellán de la ya citada en su casa durante la guerra, don Adjutorio, que la devolvió a la parroquia con el fin de que su culto fuera restablecido. A los lados de la imagen se encuentran otras dos efigies, una de Santa Ana y otra de Santa Inés, que también es titular de la Archicofradía.


A los pies de estas, se colocó un monumento, de acuerdo con las normas vigentes en la época.

En el año 1944, las hermanas Pozuelo, sobrinas del obispo Pozuelo y Herrero, donaron el altar sito frente al anterior nombrado, conocido como el Altar de las Ánimas, en el que se encuentra la Virgen de los Dolores y San Juan Evangelista. Anteriormente se daba también una Imagen de María Magdalena.


Estas hermanas también donaron la efigie del Cristo de la Caridad, que había sido realizado tiempo atrás en un taller sevillano.


Transcurridos una serie de años desde la creación del primitivo altar de las Ánimas, como se encontraba en mal estado, se decide levantar uno nuevo, siendo este de peor calidad artística, que fue sufragado por un feligrés. Parte del altar antiguo se empleó como mesa de altar en la ermita de San Gregorio.

El altar próximo al púlpito se levantó en un principio con el fin de albergar primeramente la imagen de María Magdalena, que se alojó allí varios años. Posteriormente, se quitó de su lugar para colocar a la Virgen de las Mercedes con motivo del año de los Sagrados Corazones. Fue en esta época cuando se colocó, debajo de la referida imagen, un Cristo Yacente de los talleres de Olot,que era propiedad del organista de la parroquia y que fue donado por su viuda para que se le rindiese culto.

Es en el año de 1996 cuando llega a Pozoblanco la efigie del Cristo Resucitado, por lo cual la Virgen de las Mercedes es trasladada a la ermita de Jesús de la Columna, donde se encuentra actualmente, y es su lugar albergado por el Cristo Resucitado, que se encuentra allí desde entonces.


Enfrente de este altar, se encuentra el de la Patrona y Alcaldesa Perpetua de Pozoblanco, la Santísima Virgen de Luna.

Este altar se ha encontrado desde tiempos primigenios en el mismo sitio. En el año 1936 es destruido el antiguo, por lo que en 1948 el capellán de la cofradía le pide a una devota que costee los gastos de uno nuevo. Así se hizo, y en abril de ese mismo año fue solemnemente bendecido por el ecónomo parroquial. En el año 1993 el citado se encontraba en mal estado, hecho por el cual se restauró y se le añadieron los dorados actuales.


En el año 1948 también llegó a la parroquia la segunda parte del retablo mayor, realizado en la misma empresa sevillana y se colocaron en él las imágenes de Santa Catalina, San José y San Isidro. Como colofón final, se instaló en la parte más alta del mismo una Santísima Trinidad.

En los laterales de la iglesia se encuentran una serie de cuadros, anteriores al 36, que fueron restaurados debido a sus desperfectos y vueltos a colocar en su lugar anterior a la guerra. También se realizó la sillería del presbiterio, todo ello en el año 53.

El 30 de junio del 73 se vino a sustituir la mesa eucarística de madera en la que se había dicho la Misa durante los últimos 30 años por una de granito que se encuentra aún hoy. En esa misma fecha, bajo los consejos del obispo Ciralda, se retiró la baranda de bronce del presbiterio.

En el año 80 se retira la imagen del Cristo de la Caridad del altar de las Ánimas para colocarlo donde se encuentra actualmente.

En el año 93, un grupo de jóvenes con actitudes religiosas inquietas funda la cofradía sacramental de Jesús Resucitado y María Santísima de Luna. La talla cristífera fue encargada en Córdoba a Francisco Romero Zafra. Fue bendecida el 6 del diciembre de 1996.



Moisés García Cabanillas (2BB)

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