Joaquín Salvador Lavado Tejón.
"Yo quisiera seguir dibujando pero ya mis ojitos no me dan".
Quino murió el pasado 30 de septiembre, a los 88 años de edad, en Barcelona, a causa de un accidente cerebrovascular.
Lo llamaron Quino para diferenciarlo de su tío Joaquín, quien era ilustrador y lo animó a ser dibujante a muy temprana edad.
Nació el 17 de julio de 1932. A los trece años comenzó los estudios tras la muerte de su madre, sin embargo a los diecisiete los abandonó luego de la muerte de su padre.
Al inicio de su carrera como dibujante fue rechazado por varias editoriales, por ello decidió migrar a Buenos Aires.
Destaca por sus amadas historietas de Mafalda. Esta ha tenido tal éxito que ha sido traducida a más de treinta idiomas.
El origen de esta historieta fue para promocionar una marca de lavadoras, aunque este proyecto nunca vio la luz, pero un año más tarde Quino retomó dicho proyecto.
Quino describe a Mafalda como rebelde, feminista y contestataria, como una niña que intenta resolver el dilema de quiénes son los malos en este mundo.
Esta chica nos enseña valores nos recuerda todo lo que no queremos recordar. Nos hace pensar con una sola palabra, un gesto o un silencio.
Mafalda, que ya tiene 58 años, sigue siendo para todos la niña más sabia del planeta.
Algunas de sus frases más célebres son:
- "¿No se han puesto a pensar, que, si no fuera por todo el mundo, nadie sería nada?"
- "¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?"
- "¿Y por qué habiendo mundos más evolucionados yo tenía que nacer en este?"
- "Lo peor es que el empeoramiento empieza a empeorar".
Quino recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2014. Este al recibir dicho premio reaccionó así: "No me esperaba este premio. Me habían dicho que estaba propuesto, pero no me lo esperaba. Me sorprende que con los dibujantes que ha tenido siempre España me toque a mi esto".
Confesó públicamente ante la prensa que prácticamente dejó de dibujar por problemas en la vista.
"Yo quisiera seguir dibujando pero ya mis ojitos no me dan".
El dibujante argentino confesó que a sus 81 años había dejado los lápices, "porque la edad también pesa para este trabajo", dijo Quino.
Este argentino había dado al mundo una de las figuras culturales más trascendentes, y por ello siempre será recordado.
Adiós a Quino, el mundo del humor gráfico, de la cultura y de la crítica social se ha quedado más huérfano tras su fallecimiento.
Laura Sánchez Teno (2º BACHILLERATO A)
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