Doña Carmen Pedrajas es una profesora que lleva desde 1996 en nuestro centro impartiendo clases de biología. Después de 25 años y un largo recorrido ha decidido poner fin a esta etapa laboral para ella.
P.- ¿Siempre has sabido que te querías dedicar a la enseñanza?
R.-Desde pequeña sabía que lo mío era
enseñar y mejor aún si era Biología a alumnos mayores.
Ya con 17 años daba clases
particulares en mi casa. Desde entonces, he dado clases a alumnos de Primaria,
Secundaria, Bachillerato e incluso de universidad, estudiantes de Veterinaria.
P.- ¿Qué es para usted lo mejor de
dedicarse a la enseñanza? ¿Y lo peor?
R-Lo mejor es sentir la satisfacción de
ver cómo progresan, de conseguir que se enganchen y que con el paso del tiempo
te recuerden con cariño.
Lo peor es encontrar alumnado que no
quiere aprender y con los que no me vale ningún recurso. Eso me frustra mucho,
me enfado en exceso.
P.- ¿Qué valores ha intentado
inculcar a los alumnos en su etapa como profesor?
R.-La honestidad, la importancia del
trabajo, el respeto a la naturaleza y el amor por la ciencia.
P.- ¿Qué será lo que recuerdes siempre de tus años de
enseñanza? Como alguna anécdota.
R.-Siempre
recordaré llegar todas las mañanas al instituto con alegría e ilusión, con
ganas de hacer mi trabajo bien y la esperanza de que mis alumnos tengan también
la ilusión de aprender.
Como anécdotas
recuerdo que me han traído a clase de todo; desde una alumna que llegó con sus
dos hijas, un alumno vino con su perro, otra me trajo un pollito con tres patas
y dos cloacas, además muchos han traído animalitos, rocas o minerales.
P.- ¿En qué otros institutos ha
estado dando clase?
R.-En Estepa, en varios institutos de
Córdoba capital, en Hinojosa del Duque, en Los Pedroches y 5 años en La Jara de
Villanueva de Córdoba. Aquí llevo 25 cursos.
P.- ¿Ha tenido otros trabajos a lo
largo de su vida?
R.- He dado clases particulares como
indiqué antes. Además, como dependienta en la tienda de mis padres.
P.-Si no se hubiera dedicado a la
enseñanza, ¿a qué otra profesión le hubiera gustado dedicarse?
R.-Me hubiera apasionado ser
investigadora en el campo de la Biología Molecular.
Valoro muchísimo el trabajo de los
investigadores, lo considero precioso e indispensable y es una pena que en
nuestro país ni se financia, ni se cuida. Nos acordamos de ellos en momentos
como estos cuando vemos lo necesarios que son. Pero no aprenderemos, siempre ha
sido así.
P.- ¿Se ha arrepentido alguna vez de
haberse hecho profesor?
R.-Ni una vez.
Creo que es la mejor decisión que
tomé en mi vida, aunque no lo crean ni mis alumn@s porque les riño mucho, ni
mis compañer@s o mi familia porque protesto.
P.-Tras tantos años trabajando en
nuestro instituto, ¿se ha sentido cómodo en él?
R.-Por supuesto, jamás he pedido cambiar
de Centro, aunque yo estudié y trabajé previamente en Los Pedroches.
P.- ¿Cuáles son sus aficiones?
R.-Muy sencillas: leer, cuidar mis
plantas, pasear, coser, escuchar música y viajar.
P.- ¿A qué tiene previsto dedicarse
tras su jubilación?
R.-Pues me dedicaré un poco más a mí, a
mi familia y a mis aficiones.
P.- ¿Tenía ganas de jubilarse?
R.-La verdad es que en los últimos
tiempos sí. La enseñanza está cada vez más complicada y la pandemia ha
empeorado mucho la situación.
P.- ¿Cree que echará de menos la
enseñanza una vez jubilado?
R.-La echaré mucho, sobre todo el
contacto con mi alumnado, porque cuando llego a clase se me olvida todo.
También a mis compañeros y compañeras con los que tanto he compartido.
P.- ¿Cómo se sintió en su primer día
como profesor? ¿Y en su último?
R.-Mi primer día sentí mucha ilusión y
satisfacción de pensar que estaba donde quería. Me sentí muy afortunada.
El último día no ha llegado pero
supongo que sentiré pena porque esta etapa tan bonita de mi vida se acaba y
también satisfacción porque creo que he cumplido mi objetivo.
P.- ¿Quiere dar algún consejo al
profesorado o al alumnado de nuestro instituto?
R.-Al profesorado, que tengan mucha
paciencia, que disfruten con su trabajo y no pierdan la ilusión, ya que tenemos
la suerte de tener una profesión preciosa.
Al alumnado, que aprovechen, que este
tiempo marcará sus vidas.
P.- ¿Podría dedicarnos unas palabras
de despedida?
R.-Sólo dar las gracias a la Comunidad
Educativa por el respeto y los buenos ratos, pedir perdón por lo que haya
podido hacer mal y decir que en el Instituto se queda una parte de mí. Que ha
sido una suerte haberme podido dedicar a enseñar y educar, lo que me ha
permitido crecer como persona ayudando al crecimiento de los demás.
Isabel Pastor López (2º BA)
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