jueves, 23 de marzo de 2023

VISITA DE SEMINARISTAS AL CENTRO

Las visitas programadas en el centro de los seminaristas de Córdoba han sido el viernes 10 de marzo en 2º de Bachillerato y 4º de la ESO, y el martes 14 de marzo en 1º y  2º de Bachillerato. En estas visitas han estado presentes Paco, Luis y Juan el día 10 y Pedro, Luis y Juan el día 14.

Primero, nos hicieron una introducción sobre lo que significa ser seminarista, el sentimiento que tienen hacia Dios, el deseo de ayudar para hacer el bien y la necesidad de apartar cosas en tu vida que crees que te aportan, pero en realidad, cuando recibes la llamada de Dios, las dejas a un lado ya que no son relevantes en la vida, como tener que renunciar a las relaciones de pareja o el matrimonio, incluso a veces dejar de ver a familiares y amistades.

También, cómo se podía llegar a ser seminarista y otras vocaciones de la Iglesia, como ser cura. Aunque en realidad no es la persona quien elige y decide ser sacerdote porque le guste, sino que es Dios quien la elige y la llama para que consagre su vida al servicio de los demás. 

Ser seminarista supone una experiencia de encuentro profundo con Jesús, en el que el Maestro invita al discípulo que ha llamado a vivir con Él, a encontrarse en un lugar tranquilo, lejos del ruido del mundo, para poder hablarle y preparar su misión.

Lo más importante en este tiempo será la oración, pero esto no será suficiente también será necesario prepararse a través del estudio, para tener las herramientas adecuadas para proclamar la Verdad revelada en diálogo con la cultura de cada época y de cada sociedad.

Nos estuvieron contando sus experiencias personales que les llevaron a estar en el seminario, como la infancia que tuvieron; contaron el miedo a hablar en público que sentían cuando eran pequeños; el sentimiento de desplazamiento que les hacían sentir los compañeros por tener otros rasgos, los gustos y aficiones que tenían...

Explicaron la evolución de ellos como personas y lo que hizo que sintieran la llamada de Dios para seguir el camino que les llenara la vida sin necesidades materiales ni de otros tipos. Aunque en muchos casos se veían confundidos porque a ellos les llamaba la atención las mujeres y no querían renunciar a ello. Poco a poco, sintieron el despego de su antigua vida y sus antiguos deseos hasta sentir lo que en realidad les llenaba y lo que Dios quería de ellos.

Cabe decir que parece que estar dedicados a Dios supone no tener una vida social o dentro de lo normal, pero ellos hacen muchas de las cosas que hace cualquier joven de su edad: estudiar, hacer deporte, quedar con amigos, pasar tiempo con la familia, ir a clase, pero todo con un objetivo: entregarles sus vidas a Cristo, y todo lo que vivan, vivirlo por y para Él.



Nuria Culla Toledano 2º BA

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