martes, 16 de noviembre de 2021

Doña Gema María Pozuelo Fernández: “Luchad por lo que queráis, por muy difícil que os parezca; si lucháis y trabajáis duro, todo se puede conseguir".

Hoy conoceremos más a doña Gema María Pozuelo Fernández, quien nació en Pozoblanco, y está viviendo su  primer año como profesora  de Geografía e Historia  en el IES Antonio María Calero tras graduarse en la Universidad Nacional  de Educación a Distancia en 2008.



Buenos días, doña Gema. Puesto que es su primer año en nuestro centro, ¿podría presentarse para que la conozcamos un poco mejor?

Soy Gema Pozuelo. Soy profesora de Geografía e Historia. Estoy encantada de estar en este centro  porque estoy en mi pueblo ya por fin y es un centro que, de una manera u otra, ya conocía porque mis hijos han estudiado en él. 

Nos gustaría saber cómo fue su época de estudiante y cómo comenzó en la docencia.

Mi época de estudiante fue un poco variable, tuve años un poco mejores y años en los que a lo mejor me despisté porque siempre hay unas edades en que es más complicado. Cuando comencé a cursar la carrera de Geografía e Historia, sí que me centré mucho más, porque era algo que me gustaba desde siempre y es mas fácil estudiar materias que te gustan y en las que te sientes implicada y no otras, como Matemáticas o Física y Química, que siempre me costaron mucho trabajo. Mi vocación como docente está desde el principio, pero es verdad que la vida a veces te lleva por unos caminos que no son los que tú hubieras deseado. Empezar a ejercer  ha sido bastante tardío  ya que llevo poco tiempo en ello, pero puedo decir que he cumplido uno de mis sueños trabajando en este ámbito.

Nos ha dicho que le gusta aquello en lo que ha decidido trabajar, pero ¿hubiera preferido elegir otra profesión?

No hubiera elegido otra profesión. Ya he dicho antes que, de hecho, he cumplido uno de mis sueños, que es la docencia. En ella trato algo que me gusta, que es la historia (conocer cosas de nuestras culturas pasadas, el arte, investigar qué pasó...)  y este es un ámbito en el que siempre puedes estar conociendo, nunca aprendes del todo, siempre puedes estar aprendiendo. Así que convertir mi pasión por la historia en mi trabajo y además poder estar en contacto con adolescentes, con los que siempre me he llevado bien, con los que me gusta tratar y a los que, desde la docencia, puedo ayudar me resulta muy gratificante. Me gusta hacer un trabajo en el que siento que ayudo a la gente. Hay otros ámbitos en los que también hubiese podido ayudar a los demás, como la sanidad, pero no me veo trabajando de sanitaria porque no me gusta esa rama. En definitiva, poder combinar mi vocación como historiadora con ayudar a otras personas es algo que hace que me sienta muy contenta.

¿Qué es lo que más le disgusta de su profesión?

Ver que, a veces, cuando quieres involucrarte más en ayudar a gente, en estar ahí, algunos alumnos no responden e incluso te ven como molesta porque entienden que te involucras demasiado. A mí no me agrada la gente que molesta en clase y molesta a otros compañeros que sí quieren aprender, aquellos a los que tengo que llamarles mucho la atención y no me dejan llegar a ellos. Me gustaría que se dieran cuenta de la oportunidad que están teniendo y de que la están perdiendo. Eso sí me enfada, el no poder llegar a todo el mundo. Tengo que asumir que no se puede llegar a todo el mundo.

Ya que es su primer año en el IES Antonio María Calero, ¿cuál es su impresión sobre nuestro centro?

Como ya he dicho antes, en cierta manera lo conocía. La impresión del alumnado es muy buena en general, el alumnado es muy trabajador, muy respetuoso y muy colaborador. De mis compañeros también tengo una imagen positiva porque todos se han volcado todos conmigo, en especial los de mi departamento que son con los que tengo más relación. El resto también está muy pendiente de ayudarme en cualquier cosa que necesite. Y es que, cada vez que cambias de centro, debes aprender otras costumbres, otra manera de desarrollar el trabajo. Con la directiva también estoy muy contenta ya que es muy colaboradora, muy atenta a cualquier cosa que necesites.

¿Qué visión tiene usted de la Geografía como materia?

Aunque yo entiendo que a mi alumnado no le guste mucho y le cueste más (os gustan más en general la Historia y el Arte que la Geografía), la Geografía es una materia que nos ayuda a comprender muchas cosas  de nuestra vida diaria, no solamente la  Geografía física, también la Geografía humana, que nos ayuda a comprender qué es lo que pasa en el mundo en todos los ámbitos, como el social, económico y físico. Yo intento hacer la asignatura lo más atractiva posible, aunque en 2º de Bachillerato es difícil, debido a la presión de selectividad. Pero que si pudiéramos hacer algunos trabajos de investigación, veríais que no es una asignatura tan fea. A mí tampoco me gustaba mucho al principio, pero luego le vas cogiendo gustillo a la asignatura.

¿Tiene alguna anécdota interesante que contarnos de su etapa en la enseñanza?

Como he dicho, llevo poco. Lo más surrealista que me ha pasado fue cuando me llamaron de Canarias y tuve que salir en dos días. Estaba yo tranquilamente en mi casa y a los dos días tuve que salir a Canarias. A los quince días volví porque me llamaron de aquí otra vez, de Andalucía. Pero quizás es la anécdota más interesante que me ha pasado. 

Anécdota así con alumnos no, pero como mi vida personal en la docencia es lo más extraño que me ha pasado. 

¿Ha ejercido alguna otra profesión antes de ser profesora?

Sí, he estado trabajando en Planes de Empleo de la Junta de Andalucía.


¿En cuántos lugares ha desempeñado su profesión?

He estado trabajando en Canarias, en Peñarroya, y ahora aquí, en Pozoblanco. No tengo mucho bagaje, llevo poco (dice entre risas).


¿Cuál es su mayor motivación para seguir en el mundo de la docencia?

Enseñar, no solamente enseñar Geografía, no solamente enseñar Historia, sino también enseñar al alumnado que la vida está llena de oportunidades, que hay que aprovecharlas, que si uno quiere lo consigue, que por muy difíciles que se pongan las cosas al final se sale. Enseñaros no solo académicamente, sino también concienciaros de que tenéis la vida por delante y que podéis con todo, con  cualquier cosa que se os plantee, por muy difícil que sea. Entrar en la carrera que queráis, por muy alta que esté la nota; enseñaros a luchar, a manteneros en los momentos de estrés que vais a tener este año, que podéis conseguirlo todo. 

Y también transmitir el gusto por la historia. Intento transmitir que es una materia muy bonita, de la que se puede aprender mucho, y que también puede ser muy útil en nuestra vida. 

Aparte de dedicarse a la enseñanza, ¿Qué otras actividades realiza?

Pues, ahora mismo no muchas, porque estoy recuperando mi tiempo libre después de las oposiciones. Pero pinto. Me gusta pintar. Mal, pero pinto (se ríe) y me gusta leer. Leo siempre que puedo. Me gusta ir a conciertos (a ver si nos van dejando) y comparto todo el tiempo que tengo con mi familia y mis amigos. Y viajar, cuando nos lo vayan permitiendo, también. 

¿Cuáles son sus proyecciones de futuro?

Seguir en la docencia, por supuesto, y mantener la ilusión de aprender. Siempre creo que hay que seguir aprendiendo, en diferentes ámbitos; en mi ámbito, todavía tengo que aprender muchísimo. Seguir estudiando idiomas, cualquier cosa. Siempre tengo inquietudes por aprender y no quiero perder eso, porque es una manera de mantenerte activo. Y hay que seguir con la ilusión. Cuando consigues una cosa, tienes que ir a otra, porque en la vida tienes que estar llena de ambiciones. No se puede parar. 

 
Por último, ¿querría transmitir algún mensaje a sus alumnos?

El mensaje general que puedo transmitir es que luchéis por lo que queráis; por muy difícil que os parezca, si lucháis y trabajáis duro, todo se puede conseguir. Hay momentos en los que podéis pensar que no vais a poder entrar en una universidad, que no vais a poder aprobar... Pero de todo se puede salir. Se sale, y luego la recompensa merece la pena. 




Amal Ouahbi Mhamdi  y Sarah García Mendieta (2ºBA)

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